La plata se recupera…. LA VIDA NO
Carta de la Directora
Desentrañar las noticias que se escuchan en el día a día, haciendo referencia al impacto de la automatización y la robótica es poner en foco el proletariado de una sociedad que en general ó en minoría, sea por comodidad ó conformismo es evidente que no advirtió el impacto, en el gris de esta pandemia. Trazando en la realidad un dilema sobre ¿cómo asumir los costos de conocimientos e inversión en tecnologías, producción y post venta al ritmo de una crisis mundial?
Vienen sin memoria las sagas de una moneda fuerte, sobre valuada, en el mercado cambiario que tuvo nuestro país unas cuantas décadas atrás, un dólar bajo que generó variadas oportunidades para salir del Clóset. Décadas de un paseo comercial y turístico por el mundo ¡sin precedentes!
Encontrándonos de pronto con las calles vacías y “el home office” instalado en la intimidad del hogar. No más atuendos reglamentarios. No más corbatas, ni trajecitos. Con el correr de los días el ropaje laboral se fue reemplazando por el jogging y las pantuflas, más un cafecito y… ¡a conversar con la pantalla!.
Hechos que hoy nos invitan a analizar con perspectiva histórica ¿cómo convivir en una pandemia?. Con las cuerdas sin templar y de la noche a la mañana se escucha “gemir la prima y llorar a la bordona” cantando a coro, en las redes, las voces más famosas “¡resistiré! erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel…”.
In situ reconociendo que la frase… “No sé, no es mi problema”- se incorporaba como un dulce en la franja de `los iluminados´. Quienes creían contar con la preparación e inmunidad ante los desafíos de un virus desconocido. Resonaba genial para algunos no sacar el auto, no esperar el bus. En cambio, para otros la situación anómala al principio fue tornándose trágica con el transcurrir de los días.
Generándose un debate con profundos matices psicológicos sobre los afectos: tanto en el contexto familiar, como individual y social en la llegada a casa, al Ponerse en juego; el espacio, la libertad y la privacidad. Considerando que no era, ¡ni es lo mismo! estar solo que estar acompañado… Cuestiones álgidas en la dimensión sin fin de esta pandemia que nos insta a replantear seriamente el modo de vida tanto en lo personal, como en lo colectivo.
Virus, que `SIN FE´ mirando el horizonte, nos desbordara por el desconocimiento. Algo que el magnate del Microsoft Bill Gates predijo en el 2015, sobre la pandemia del coronavirus. De hecho, hizo públicos sus remordimientos de conciencia [en el economista.es] por no haber insistido más en sus cábalas…”Ojalá hubiera hecho más para llamar la atención sobre el peligro”. A lo que también agregó “Si aprendemos las lecciones de COVID-19, podemos acercarnos al cambio climático más informados sobre las consecuencias de la inacción”.
Revisando la historia, Pandemias hubo muchas la peste negra, la viruela, el VIH, el cólera…Etc., empero ninguna con estas características a nivel mundial. Con lo cual y ante la evidencia los hechos postulados cabe recordar que “la economía se recupera, los muertos no” Algo que nos insta a valorar la vida, creando conciencia para modificar conductas.