¡Sálvese quien pueda!
Carta de la Directora
En el decir popular ¡Sálvese quien pueda en esta pandemia, la cuestión va más allá del título pues; mientras ‘el mundo parece estar patas para arriba’ aquí en Patagonia suceden cosas que nos llevan a retrotraernos en el tiempo y hurgar en la memoria sobre los matices de una historia cargada de pasión, llamada TUCU TUCU.
Han pasado trece años desde aquel encuentro entre mate y mate con un grupo de jóvenes brigadistas “ambientales” quienes comentaban, fascinados, su experiencia de montaña conforme a lo que habían visto, expresando con cierto fervor, la importancia que ameritaba fundar otro pueblo en la cordillera santacruceña.
De las anécdotas y los dichos se desprendía un marcado entusiasmo por la redacción de un proyecto que llevaría el nombre del lugar; “¡y ¿por qué no en la zona de Tucu Tucu?!, estamos hablando sobre una vasta zona cordillerana aun virgen y cercana a la frontera”.
“Son lugares donde, casi solo transitan los habitantes de las estancias que conviven en la zona. Solo ellos que con el arreo de sus majadas van de un sitio a otro vadeando ríos, bañados y cañadones. Paisajes idílicos que más allá de -las reservas- donde se esconden riquezas geológicas, arqueológicas y paisajísticas de inconmensurables valores” enfatizaban en aquella charla.
La idea sobre un proyecto fundacional de un nuevo asentamiento poblacional resultaba más que interesante, atractiva y prometedora. Máxime considerando la marcada rapidez en el flujo turístico de montaña que mantienen las pocas poblaciones existentes en el inmenso territorio santacruceño, estos los últimos treinta años.
Sin dudas que “el sueño” de una nueva localidad sería más que importante en el corredor turístico cordillerano. Empero, el proyecto de la recordada profesora Judith y los jóvenes necesitaba (antes de poner manos a la obra) además de estudios de factibilidad e inversión, una decisión política.
Decisión esta, que llegaría muchos años después, justamente en tiempos de pandemia. Tal vez muchos dirán ‘no era el momento’. Otros se preguntarán ‘¿construirá en la reserva?, o ¿tendrán que expropiar?’ Mucho por hacer y profusas las incógnitas.
TucuTucu “Donde quiera que se construya allí estaremos haciendo patria, disfrutando y cuidando el patrimonio natural con nuestra presencia…” ¡Vaya expresiones!, con fuertes convicciones en el decir de la sangre caliente de aquellos jóvenes que al recordarle la anécdota de lejanos días volvieron a repetir los mismos dichos…