26 abril 2025
Foto del rio negro- costanera de Viedma

Mg Catalina Romay (UBA)

La necesidad de agua para la vida es casi una obviedad. La necesitan tanto los animales y las plantas silvestres, como la agricultura, la ganadería y la industria. El agua representa aproximadamente el 70 %del peso corporal de los seres humanos.

Es pertinente consignar que la Organización Mundial de la Salud estima que la dotación mínima de agua necesaria para el desarrollo de una existencia digna (beber, cocinar, saneamiento e higiene personal) debe ser de 70 (setenta) litros por habitante por día; realmente muy pequeña cantidad en comparación con las grandes cantidades usadas en los países desarrollados de 1500 litros por persona y por día.

El agua no tiene sustituto.

Toda la biosfera sobrevive gracias al agua. A diferencia de otros recursos escasos y en declinación, el agua no puede ser reemplazada por algún invento o descubrimiento.

El agua es un recurso limitado. A pesar de que el 71 % de nuestro planeta está cubierto de agua, un altísimo porcentaje; 97,5 % corresponde a agua salada de océanos y mares, y tan solo el resto; 2,5 % es agua dulce.

A partir de los impactos humanos relacionados con los sistemas hídricos, surge el concepto de agua virtual y de huella hídrica –introducidos en 1998 y 2002 respectivamente–. Parecen apuntar a un cambio de paradigma en la Gestión

Integrada de los Recursos Hídricos y en las políticas hídricas, agropecuarias y comerciales en todo el mundo. Su estudio ayuda a identificar cómo y dónde, el consumo en un lugar, impacta los recursos hídricos de otro lugar.

La huella hídrica indica, además del volumen de agua dulce empleado directa e indirectamente para producir un bien, el lugar preciso donde se obtuvo dicho volumen, especificando si se trató de agua verde o azul, la contaminación que generó –agua  gris- y el lugar en que se consumió ese bien finalmente.

De esta forma, permite visualizar patrones y tendencias de uso del agua,-que tradicionalmente no eran tomados en cuenta-, relacionándolos con los flujos de comercio de agua virtual.

El mundo cuenta con la tecnología, los recursos financieros y la capacidad humana para erradicar la plaga de la inseguridad de agua de a vida de millones de personas afectadas en su dignidad. Una mejor comprensión del tema puede ayudar a las naciones a mejorar su toma de decisiones de política hídrica, agrícola y comercial y a promover un mejor uso del agua, nacional, regional y global.