24 abril 2024

El mango aunque todos nos imaginamos que es una fruta tropical es originaria del subcontinente indio e indochina, posteriormente se introdujo en países con climas tropicales con muy buenos resultados, aunque también se puede cultivar en regiones de climas templados y mediterráneos. El fruto tiene en su interior la semilla protegida por lo que llamamos popularmente hueso, así que debemos empezar por quitarle el cascaron o hueso a  que protege a la semilla, eso sí  con mucho cuidado que la semilla sufra lo menos posible y no la rompamos. Después la colocaremos entre una servilleta de papel y la acomodamos en un cuenco  apropiado para su tamaño y humedecemos la servilleta. Hay que cuidar que  siempre se mantenga buena  humedad,  pero sin excederse porque se puede llegar a pudrir, debemos proporcionarle oscuridad y una buena temperatura que realmente dentro de casa es más que suficiente para que una semilla empiece a germinar, existen muchos métodos para proporcionarles estas condiciones incluso se podría enterrar en una maceta directamente pero con este  método  lo que hacemos es adelantar los días en el que brote la semilla.

Una vez que germine la plantaremos en una maceta con algo de profundidad para que las raíces se desarrollen bien y de forma vertical.