2 mayo 2024

Hotel “Las Horquetas” y un poco de historia

Historias en el camino por: María Elena Silva Badilla

Mientras avanzo en mi viaje voy pensando tantas cosas!… observo, disfruto, planifico. Mis pensamientos se movilizan en diferentes tiempos verbales tornándose una conjunción. Es como cuando uno llora, y acaba llorando no solamente por la causa inicial del llanto…

Entre estas soledades se divisan casas, casonas, parajes, estancias algunas apenas visibles por allá a la distancia, donde cada caminito me atrae, me lleva, o queda pendiente para conocerlo en otra ocasión…en fin una atracción poco descriptible para tanta belleza creada en dimensiones sobre naturales. No puedo negar mis ganas de conocer hasta los últimos rincones de esta provincia y otras más cercanas para no extremar en mi declaración.

Con mi loco aventurero, con viento oeste y toda su contrariedad, haciendo presión en el parabrisas, como atajando el paso, preocupada por la nafta que se gasta al doble en estas circunstancias, lejos de encontrar una estación de servicio. Dejando atrás kilómetros de caminos en las rectas inmensas y la planicie fácilmente  confundible con el cielo…Recuerdo un Bet sellers `Como Agua para Chocolate, de Laura Esquivel, el que tuve que ver hace muchos años atrás en un taller literario. Una imagen que nunca olvidé, era un tejido inmenso, tan largo que iba arrastrándose sobre el camino mientras avanzaba el carro que llevaba a Tita, la protagonista que tejía esta singular prenda tras la imposibilidad amorosa…

Así voy dejando una trama de pensamientos, un tejido hecho con tantos recuerdos, tanta imaginación  e ilusión, por donde voy pasando.. .

En dirección al norte al costado derecho de la ruta 40, un cartel que indica: Hotel “Las Horquetas” .cuando he avanzado130 km, desde Gobernador Gregores y aun me faltan 107,8 km para llegar a Bajo Caracoles.  Allí me encuentro con una construcción de aspecto antiguo por fuera, construida con piedras [volcánicas], bastante amplia estructuralmente, se me ocurre que pudo haber sido una estancia en otros tiempos. Obviamente no paso de largo, detengo el auto meditando un momento…. En el marco de un paisaje desprovisto de todo, también de árboles; donde el viento pasa libremente sin obstáculo alguno, con todo ímpetu,  por tal motivo tengo miedo de abrir la puerta del vehículo porque el viento me la puede doblar…y  después ¿qué haría?

Echo andar el auto…apenas giran las ruedas, despacito conduciendo prendida al volante, con una sensación de timidez que no tengo…

Estoy en las” Las Horquetas” amigos rodanteros, amigos ruteros, aquellos que simplemente aman la naturaleza, las cosas sencillas de esta vida…

Hablando al aire, sola conmigo misma ¡No importa, qué importa, soy feliz!. La mente es tan increíblemente veloz que permite relacionar todo con todo.

¡Pensar que los nativos [en sus épocas] vivían tan libres, sin estrechez por estas anchurosas latitudes…quizá nunca imaginaron su cruel desaparición!…
Tal lo que mencionaba José María Borrero en su libro “La Patagonia Trágica”. La historia sobre los primeros habitantes de estas tierras sureñas, cuyo título se lo auto adjudicaron los apellidos: Menéndez,  Montes, Braun, Suarez, Petterson, Stubenrauch, Hobbs y muchos otros. El Escritor hace su propia descarga emotiva en el relato.

¡Sí!, obvio! estas tierras no estaban vacías. Habitaban los verdaderos y primeros habitantes; los que fueron abusados ,degollados, baleados, intoxicados con distintas sustancias letales por ingleses, españoles, escoceses, gringos Norteamericanos., Entre otros que venían a apoderarse de su espacio. Donde estos seres humanos, se alimentaban de lo que el suelo y la naturaleza le ofrecían:, recorriendo, buscando y recogiendo la materia para su subsistencia recorriendo el territorio patagónico desde la montaña al mar. Donde Vivían a su manera, con derechos como cualquiera. …..

La historia nunca fué mi pasión, hasta que comenzó en mí la curiosidad y el interés de saber: ¿qué sucedió en el pasado? en la quietud de estas estepas. Mientras camino sobre ella, entre el duro coirón.

O cuando voy a 120 / 130 km por las rutas del sur.

Así llegué a la entrada de este hotel que hoy les presento.

Miguel Angel Ruiz Dueño del restaurante y su hijo Lorenzo

“…Hola buenas tardes”… que vientito ¿no?...una voz masculino me responde “buenas tardes señora. Sí, en esta zona pega muy fuerte el viento” Un jovencito acompaña al señor. Un niño. En el salón principal  rusticas paredes de piedra volcánica le dan un `tach´ al mobiliario: Un mostrador, mesas y sillas de madera masiza. Un barcito con detalles artesanales. Calefactor a leña acondicionado de un tambor galvanizado antiguo que calienta, más que suficientemente. Allí no existe red de gas.

Al preguntar por su nombre me responde: “Miguel Ángel Ruiz – ¿En qué le puedo servir?”. -Me siento cerca de una mesa. En el restaurante las sillas son de color celeste y otras verdes.

Le pido una gaseosa -“Si fuese posible Fanta” le dije.

Este buen hombre atiende junto a ese niño (que ví al entrar) su hijo Lorenzo. Que dijo tener nueve años de edad. Un pequeño que deja entrever sus muchas condiciones y frescura en la atención al público. Imitando y aprendiendo de su padre.

¡Qué lindo es este local Miguel! le comento llena de curiosidad. Y a buen entededor; ¡pocas palabras!. Me invita a recorrer el interior del hotel.  Las habitaciones se observan muy cómodas, cada una con baño privado. Muy completo, bien diseñado. Ambientes bien iluminados puesto que el edificio se encuentra conectado al tendido eléctrico rural. También poseen internet, Wifi.  Aunque la señal es un tanto débil.

Volvemos vamos nuevamente a la sala. Yo a la mesa, ya con más confianza empezaron a salir los mates como en cámara lenta…ja..já.

Miguel ya que estoy aquí cuéntame. ¿Tú, eres el dueño de este hotel?, No soy el dueño, arriendo la propiedad. Por aquí han pasado muchos dueños. Ésta construcción es bastante antigua. La alquilo, hace aproximadamente un año, a Don Julio Chalub, el actual dueño.

¿Siempre fue Hotel? NO, según me han contado: inicialmente fue un casco de una estancia, también juzgado de Paz, Registro Civil, Ramos Generales…Y bueno, ahora hotel.

¿Quién habrá construido este edificio?  Dicen que fueron unos constructores yugoslavos.

¿Cómo fué que decidiste empezar con este negocio? Es un emprendimiento familiar que comenzamos con mucho entusiasmo junto a mi esposa Diana. [Diana en este momento no se encuentra porque tiene que permanecer por algunos días a la semana en Gobernador Gregores donde tenemos nuestra casa]. Somos padres de 4 hijos y cada uno tiene sus actividades; escolares, extra escolares, deportivas, artísticas, etc. Mi hija de 11 años de edad, no le gusta la soledad del campo.

Aquí extraña sus amiguitos con quien comparten allá en el pueblo. Todo eso afecta el trabajo en conjunto en el hotel. En cambio a Lorenzo le encanta estar aquí, le gusta el hablar con los turistas, se queda siempre conmigo las veces que se puede, cuando no tiene que ir a la escuela.

-Alargo la charla esperando y que el viento baje su intensidad para proseguir camino-

¿Imagino que debes de tener muchísimas anécdotas y experiencias con pasajeros de distintos países?  Una diversidad cultural, ¿es así? Si, claro. Dentro de poco vendrán unos artistas de Brasil para filmar una telenovela. Aun no estoy muy informado al respecto pero creo que se tratará de una profesora de Yoga. Será sin duda una linda experiencia.

– “El brasilero es muy piola, también el colombiano. Los europeos son más fríos y menos expresivos. Poco turismo interno, muy poco argentino por la ruta. Culturalmente ha sido muy beneficioso para nosotros sobre todo en el manejo del idioma inglés, importante además para Lorenzo ya que le facilita y refuerza el

aprendizaje de este idioma, como materia que debe aprobar en la escuela”.

Miguel,¿ una definición de este local? Bueno…para mí es un refugio de campo.

¿Porqué un refugio ?…porque si le pasa algo a un viajante en la ruta, es un lugar para quedarse. Algo como lo que vos estás haciendo, en este momento. Que es refugiarte del viento para luego seguir camino. No es  solamente  para aquellos  pasajeros que necesitan  comer y dormir. Se sonríe.

¡Ah!  Exclamé… ¡buenos tus argumentos!… Siguen los mates… ¡deberías de poner una estación de servicio aquí. Tengo poca nafta y los pueblos están muy distantes el uno del otro! Si, es verdad, eso está dentro de mis proyectos!, Me contesta.

 Caminamos con Lorenzo hacia el horno de barro y el asador, donde se preparan los mejores asados patagónicos, [según mi guía], En tanto Miguel trata con unos turistas que le consultan por habitaciones para hospedarse.

La construcción cuenta con un salón amplio, mucha madera visible, tablas aserradas, trabajadas y otras de manera escasamente elaborada, más bien al parecer la única herramienta que se utilizó fue un machete para labrar los palos, a otras piezas de madera apenas le han quitado las ramas. La combinación con las piedras le dan un facie bonito. Igualmente no pareciera ser de antaño, se nota que con el paso de los años han ido remodelando el interior. La madera se nota nueva, barnizada, brillante…

Volvemos, ahora, al lado del calentador a leña… tengo que esperar que los clientes sean atendidos, me siento cómodamente en los sillones curvos, como diseñados especialmente para no levantarse en horas, junto al pequeño gigante de nueve años. En tanto observo, saco algunas fotos a tantos detalles en el interior de esta construcción!.

Empero prosigo con mi afán de saber: ..Miguel ¿cuando el turista entra a tu local, cuál es el servicio preferencial?  El alojamiento sin dudas. La gente cansada llega y todo lo que necesita es un baño con ducha y una buena cama.

Estuve mirando el asador, ¿te piden asado a menudo o solo esporádicamente? En realidad es algo que al turista le gusta mucho, no solo por degustar una comida regional sino que también se paran a observar de cerca cómo se va cocinando el asado. Me atrevo asegurar que les encanta!. Las chuletas de vacuno y de cordero es otra comida muy solicitada. Y las tortas fritas que las hago yo…. Dice Miguel sonriendo con un cierto tono de confianza en sí mismo.

Se hace tarde. No dan ganas de continuar. Ni de salir de al lado de aquel calefactor lleno de troncos ardiendo imperiosamente que levantan mi espíritu. Ni dejar esos mates tan buenos, otro estimulante adicional. Empero hay que seguir ruta, el viento se ha sosegado y nos vamos… ¡Adiós Miguel, adiós Lorenzo!. Nos volveremos a ver en mis viajes frecuentes por esta amada ruta.

Partí del lugar con la cabeza llenísima de interrogantes, por lo que me propuse investigar, encontrando lo siguiente:

Puedo decir­ que la ruta nacional cuarenta (40) “Libertador General Don José de San Martin “es la más larga del país, que recorre 5.194 km. Y que se comenzó a construir en 1935.

La ruta nacional 40 como la ruta provincial 27 conformaban antiguas rastrilladas, caminos milenarios de los pueblos originarios que iban desde las costas y el estrecho de Magallanes hasta el norte de la Patagonia. Pueblos como los Aonikenk o Aonek ank  (Tehuelches meridionales australes) cuyo significado es  “Gente del sur”

  • El viajero  ingles George Muster en (1873) acompaño a un grupo liderado por los cacique Casimiro Biguá y orkeke desde la isla Pavón hacia el rio negro por el camino que bordea la cordillera de los Andes que coincide parcialmente con la actual ruta 40. (“Pueblos indígenas en la Argentina” Pág. 25.)
  • Las Horquetas, es una localidad, situado en Tamel Aike. Del departamento de rio Chico, cercana al rio del mismo nombre y rio Belgrano, en la provincia de Santa Cruz, argentina. Al norte de la localidad se encuentra el cerro homónimo o cerro las Horquetas de 963 msnm. muy distal al  cruce de la ruta provincial 37 que conduce al Parque Nacional Perito Moreno, hacia el oeste,  y ruta 35 provincial que bordea al rio chico hacia el sudoeste y hacia la zona del Tucu Tucu y  los andes.
  • El Hotel las Horquetas fue construido en 1908,(www.booking.com.)
  • El Hotel” Las Horquetas” Pertenece: a un Hotel de campo y Spa en el viejo edificio de piedras que fuera en el pasado, un hotel boliche de campo para los viejos viajantes de comercio y lugareños. Www. Ruta 40 de tres lagos.com.ar

De pronto pensé: en Mateo Barak que era de origen yugoslavo podría haber construido este edificio, pero él llegó un año después a esta zona, es decir en 1909. Era un artesano picapedrero, escultor de aquel tiempo y desarrolló; primeramente sus habilidades en Puerto deseado donde vivió, posteriormente construyeron el hotel rural de la localidad de Bajo Caracoles en 1943. .http://puertodeseadohistoria.blogspot.com

El primer propietario del hotel “Las Horquetas” fue Juan Pablo Riquez nacido en Uruguay, hijo de ingleses que viajó; en 1868 a Punta Arenas Chile, donde fue Capataz en la Estancia San Gregorio. El apellido originario era Richert, apodado “El gringo” hasta que emigro y fue anotado como Riquez.

En 1890 aproximadamente, Eugenio Fernández Poblador de “Alquinta” que por esos años  se llevaba la lana de De Santa Cruz en carreta al puerto de Punta Arenas entusiasmó: a Riquez para que viajara a Santa Cruz porque habían campos fiscales que estaban disponibles y este pobló “Las Horquetas” (Rodolfo Suarez Ladouch había poblado otra estancia con el mismo nombre más cercana a Rio Gallegos.

Juan Pablo llegó; con su esposa Elvira Arias y los hijos Rosa, Epifance y Arturo, paso por la estancia Alquinta la que estaba poblando Eugenio Fernández, siguió en carreta hasta llegar al campo de ocho leguas que bautizo “Las Horquetas” el que construyó el primer hotel que también le puso “Las Horquetas”. En ese mismo tiempo su cuñado Pedro Urbina casado con María Arias, pobló la estancia “La Carlina.”

En 1892, cuando estaba por nacer Juan Emilio iban en carreta para Punta Arenas y Elvira no pudo esperar más y dio a luz detrás de una mata en “Cancha distante”. Posteriormente nacieron josefina, Carlos y Elvira Riquez. Riquez compró cinco mil ovejas pero el invierno siguiente fue malísimo, la vega se presentó escarchada por lo cual perdió la mayoría de la hacienda.

En 1917 Juan Pablo Riquez estaba viudo y sin sus hijos varones que ya se habían marchado, entonces  le vendió  la estancia a su yerno, Luciano Carrera que estaba casado con Rosa Riquez y “Las Horquetas” pasó a llamarse “La Regalona”

Los datos y Referencias bibliográficas fueron recopilados de:

“El tiempo de las carretas” entre gallegos y lago argentino

Por Pablo Beecher, la opinión austral. Com.ar

Isabel Riquez de susacasa

Publicado por Atilio RubénCalbucura. Hhps/m Facebook.com.ar

Material consultado

JoséMaríaBorrero,La Patagonia trágica pagina 38, Zagier & Urruty Publications

www.wikipedia .com. Las horquetas. Localización

www.booking.com.. antecedentes del edificio.

www.Ruta 40.com.ar localización he historia de la ruta 40

www.turismoruta40.com.ar. Ruta Nacional 40 rastrillada nativa