18 octubre 2024

(Cuento ganador  del concurso literario de la policía Santacruceña,  organizado por AMSA y el escritor Natalio Jesús Giménez año 2012)

Era un día Viernes 15 de octubre, que el viento soplaba a 40 Km/hrs. aproximadamente, produciéndose una deflación, trayendo consigo toda la basura de material mixto,acumulada sobre las calles la que se agolpaba en los cristales del ventanal de la peluquería, ubicada en el sector  sur ponientede  la ciudad de Río Gallegos.

Fue entonces que llegó  un joven a última hora, que pacientemente esperó ser atendido. Sus  rasgos europeos,propios de lugares costeros de las zonas húmedos del noreste Argentino eran evidentes a simple vista.

Cuando le tocó su turno, se sentó en el sillón de corte frente al espejo, mientras las manos  de la  peluquera explorabansu cabellera  con la máquina en sentido ascendente, él refirió sentirse a gusto  con la melodía ambiental del local.

Posteriormente comenzó a contarle   a la mujer un sinfín de  cosas que resultaron ser  preocupantes, sintiéndose ella un poco inoperante, por tal motivo prefirió mantener la escucha activa,  para que aquel joven  se descargara  emocionalmente.

 En ese instante el corte y el estilo del cabello fue  menos importante, a pesar de ser el  americano o sombreado  la  opción común de cualquier fuerza   uniformada.  Un par  de cafés, y unos  scones  sobre la mesita ratona los esperaban para comer y seguircharlando. La profesional de bellezacambió el CD, que había sonado repetidas veces  toda la tarde en el salón. Continuando con música tranquila, puso  las  melodías  orientales de Loreena Mckennitt, suave y  penetrante como para tratar el alma, creyendo que  sería una buena terapia para este hombre.

Externamentese le observó con un aspecto físico tipo  ectomorfo, y su  rostro aparentaba agobiado ojeroso. Se  le notaba el corazón destrozadopor  su voz  pausada ,quebrantada mientras iba narrando las veces que su pequeño Joaquín lloraba  buscando la teta, los brazos, el calor y las caricias de su madre , que  se despertaba  por las noches muchas veces,  que lo calmaba  meciéndolo incansablemente y rezando  para que además  él como padre no tuviera que hacer guardias nocturnas  rondando las calles en el desarrollo de sus funciones  como policía.

Ese día  estando en la peluquería recordó a uno de sus compañeros que le había comentado  que en los negocios de barrios se sabe de todo, de la gente que busca trabajo  y demás. Ocasión que  encargó de alguna mujer responsable  que deseara cuidarle a Joaquín cuando él acudía a trabajar,  ya  que además reconoció lo mucho que le costaba salir de su casa para ir a la comisaria, en sus roles superpuestos, inmensamente  difícil de sobrellevar.

Le contó que estuvo conviviendo poco más de un año y que  él la amaba sin admitir errores, la veía  como la más perfecta y fina dama; pero se lamentó haber sido muy  crédulo, muy iluso  al no haber dado crédito a un sin número de evidencias que le  alertaban una relación sin un anclaje real. Las supuestas llamadas anónimas,el constante sonido del celular que  anunciaba algún mensaje, el  estado de ánimo variable de su pareja y losviajes sin justificación alguna  a Buenos Aires, eran motivos suficientes como para haberse dado cuenta de la situación de pareja. A medida como fueron pasando los minutos. Facundo describió el  día  que regresó a su hogar después que había concurrido como policía a resguardar la integridad física de una mujer frente a un marido violento, sin ni siquiera  imaginarse que más tarde él mismo viviría un panorama angustiante como el que se encontró en el departamento que alquilaba con la mujer que adoraba. Apenas puso un pie adentro, ella le dijo “Me voy”…moviendo la cabeza recordó que su cuerpo sufrió un estado de rigidez que nunca había experimentado  por el impacto de los dichos de su amada y por  la escena queestaba presenciando. Que también fue como clavarle una lanza  en el pecho, Sintió que le arrancaban el alma. ¡La  esperanza, ilusiones y todo se  había esfumado como actúala naturaleza del viento en la Patagonia! Que  entre ambos se inició  una discusión descontrolada, y fuera de  razonamientoporquenunca antes  ni  durante toda la relación ella no le contó sino cuando se iba,que era casada  con un buen hombre, empresario  bastante  mayor  y que tenía dos hijos  varones en Buenos Aires, que la extrañaban y necesitaban como madre,  que la   casa que tenía con su marido  constaba con  todas las comodidades que él no podía darle  como cabo de la policía. Que ella  había argumentado  haberse dejado llevar por la fuerte atracción que sintió por él  cuando chateaban por internet motivo que la hizo traspasar los límites y olvidar el  pacto matrimonial y que por lo mismo decidió venirse al sur para encontrarse y enredarse en  amores con un uniformado perteneciente a la policía santacruceña,que ella  siempre había anhelado casarse con un policía.

Todo fue irremediable,  seguía lamentándose… que ella tomó un taxi y se fue al aeropuerto con la bebey sus bolsos que puso el chofer en el maletero, dejándoletambiéna uno de los mellizos de treinta días de nacidos como si fuerandesconocidos… se marchó…¡Ni un beso le dio al inocente Joaquín en su despedida!

Cuando  pasaron los días, refiere Facundo que intentó hablartelefónicamente muchas veces con la madre de sus hijos para saber de su linda y angelical Maquita que extrañaba y que añoraba tanto al ver su cuna vacía…pero el celular permaneció apagado. La peluquera desde que supo del abandono maternal del hermanito, no pudo despreocuparsehasta soñaba con Joaquín,  soñaba  por las noches escuchándolo llorar, hablaba diciendo ¡Joaquín llora! con ello despertando a su esposo. Lo soñaba en sus brazos , mudándole los pañales ,cantándole canciones mientras lefabricaba  un móvil con pelotitas de lana con diferentes colores para entretenerlo .Día a día  consultaba a todas las  mujeres   que llegaban  a tratarse el cabello ,buscando la posibilidad que alguien ayudara a Facundo en su labor de padre, pero algunas al escuchar el relato de  la situación rechazaron  la oferta  porque  creían que correrían el riesgo de encariñarse con la criatura.

Finalmente encontró a una señora con buenas recomendaciones  para cuidar a Joaquín, Llamó muchas veces al  Celular de Facundo pero  él nunca contestó.

TalithaCumi

Seudónimo que utilizo María Elena Silva Badilla  para participar con este cuento,