24 abril 2024

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 19 de Noviembre   se celebra Día Mundial del Retrete,    para crear conciencia sobre los 4.200 millones de personas que carecen de servicios de saneamiento seguros.

Además, su conmemoración sirve para adoptar medidas que permitan alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, cuya finalidad es garantizar la disponibilidad de agua y saneamiento para todos de aquí a 2030. Foto EFEverde

Ecológico y capaz de separar la orina, desecho que contiene la mayoría de nutrientes que “contribuyen a la eutrofización de los ecosistemas”, así es un nuevo inodoro diseñado por una compañía suiza y dado a conocer con motivo del “Día Mundial del Retrete” que se conmemora este jueves.

El trabajo conjunto de Laufen, el estudio de diseño austriaco Eoos, el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática (EAWAG) y la Fundación Bill & Melinda Gates ha dado lugar a ‘save!’, un inodoro ecológico que permite “mejorar la calidad de las corrientes de aguas residuales”, antes de que lleguen a los cursos de agua, para “evitar desastres como el del Mar Menor”, explica a Efeverde el responsable técnico de la compañía suiza, Jaime Ruiz.

Eutrofización, o exceso de nutrientes

Este experto asegura que “si un flujo de aguas residuales que no ha sido tratado convenientemente llega a un curso de agua, se produce la eutrofización -un crecimiento excesivo de los nutrientes-”, lo que “interrumpe la generación de oxígeno y la fauna autóctona muere”.

Ruiz señala que “los agentes contaminantes disueltos en la orina, como el nitrógeno y el fósforo -nutrientes que actúan como fertilizante-, requieren el 90 % de los esfuerzos de tratamiento de agua en una depuradora”.

Sin embargo, este inodoro ecológico pretende “eliminar hasta el 80 % del nitrógeno presente en las corrientes de aguas residuales”, lo que provocaría “una reducción de los recursos utilizados para operar las depuradoras” si se desplegara a gran escala.

Economía circular y valorización de residuos

“Si los diferentes tipos de aguas residuales se mantienen separados en lugar de mezclados”, éstos “pueden ser procesados de forma sostenible para extraer recursos utilizables como el abono”, asegura Ruiz.

Este proceso de tratamiento utiliza “la transformación microbiana, la filtración con carbono activo y la destilación” para transformar la orina en un fertilizante llamado Aurin, “aprobado por la Oficina Federal de Agricultura de Suiza”, según un comunicado del fabricante helvético.

El principio de la tetera

La diferencia principal entre este inodoro -pensado para ser usado sentado- y uno normal reside en su construcción, ya que “está diseñado para que la orina descienda lenta y uniformemente sobre una estructura de porcelana” y se cuele por un hueco que permite recogerla por separado, en lo que Ruiz ha denominado “el principio de la tetera”.

“La clave reside en la diferencia de velocidades”, explica Ruiz: “el agua que desciende rápidamente al tirar de la cadena cae por el sifón normal” pero, en cambio, la orina que se ha deslizado lentamente, “queda recogida para tratarla de forma separada”.

No obstante, el principal obstáculo que tiene ahora mismo este inodoro es que “precisa dos líneas de evacuación”, es decir” un caño más del que normalmente tenemos instalado”, porque “en general, todo sigue saliendo por el mismo tubo”.

“En una vivienda u oficina ya construida, no existe esa segunda línea”, pero si se quisiera instalar este inodoro ecológico en un edificio de nueva construcción, “sólo habría que tender ese segundo conducto desde los urinarios e inodoros”.

El responsable técnico de Laufen ha insistido en que “‘save!’ es un elemento “que no necesita mantenimiento” y que constituye “el primer paso para mejorar la calidad de las aguas residuales”, la “clave para evitar otra catástrofe ecológica como la del Mar Menor”.