20 abril 2024

La historia reúne; la memoria divide | Bernardino Rivadavia

Bernardino Rivadavia, 1er PRESIDENTE de las Provincias Unidas del Río de la Plata 8 de febrero de 1826 – 27 de junio de 1827

“El Más grande hombre civil de la tierra de los Argentinos” había nacido en Buenos Aires el 21 de mayo de 1780. Estudió en el Colegio San Carlos, pero como sus padres no contaban con bienes de fortuna debió interrumpir sus estudios. No obstante continuó cultivándose hasta llegar a ser poseedor de una rica cultura que lo distinguió entre los personajes más inteligentes e instruidos de la época”.

 En 1807 participo de la defensa de la ciudad contra la invasiones Inglesas, alistándose en el cuerpo de “gallegos” con el grado de teniente. No pudo tomar parte activa en la Revolución de Mayo, pero actuó en el memorable Cabildo del 22 y acompañó  con su voto a los criollos que pedían un gobierno propio. Su actuación pública comienza en 1811 cuando, por sus dotes personales, su capacidad y su cultura, se lo designa secretario del Primer Triunvirato.

Había recogido la herencia espiritual de Moreno y la aplicó con decisión y energía en la realización de las obras del Primer Triunvirato. Precisamente esta manera de actuar le ocasionó muchas veces la antipatía de otros compatriotas.

En 1814 fue designado diplomático de las provincias unidas del Rio de la Plata ante los gobiernos Europeos. Regresó en 1821 dispuesto a reorganizar el país. Aquella representación diplomática le habría permitido conocer de cerca los adelantos de los estados europeos, visitar sus colegios, universidades, museos, tratar con hombres más cultos de la época y estudiar la organización política, social y económica del viejo continente.

Pero cuando Rivadavia retorno a Buenos Aires el país se encontraba en absoluta anarquía. Dos bandos se hallaban en lucha: los Federales y los Unitarios. Los primeros defendían las autonomías provinciales y deseaban para cada provincia su propio gobierno. Los unitarios pretendían un gobierno centralizado para todo el país. Estos conflictos originaron la guerra civil, la lucha entre compatriotas que, lamentablemente se prolongó por muchos años, en medio de ésta situación caótica Martín Rodríguez fue elegido Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y designo como Ministro de gobierno al prestigioso estadista que acababa de regresar de Europa. La agitación civil no le impidió a Rivadavia realizar las reformas que caracterizaron a ese gobierno de unión y de progreso.

Su labor fue extraordinaria. Entre sus obras merecen destacarse: la fundación del colegio de Ciencias morales y de la Universidad de Buenos Aires, de la Caja de Ahorros, de la sociedad de beneficencia, de la caja de los Expósitos, de Huérfanos, del Asilo de dementes etc., Durante el Ministerio hubo libertad de imprenta y se publicaron periódicos que destacaron sus obras y otros que las combatieron. Se fundó la sociedad literaria: en su entorno se reunieron los hombres de letras más destacados de Buenos Aires.

En el orden de la pacificación con los gobiernos de otras provincias el tratado del cuadrilátero, Acuerdo llevado a cabo entre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes con el objeto de organizar el gobierno nacional.  Se invitó a las provincias a enviar sus diputados a Buenos Aires para organizar definitivamente el país. La labor ministerial de Rivadavia, a todas luces fecunda, concluyó con la finalización del Gobierno de Martín Rodríguez en el año 1824. Durante el gobierno de Las Heras, gobernador que sucedió a Martín Rodríguez, el congreso constituyente decidió en 1826 designar un presidente: la situación creada a causa de la declaración de guerra del Brasil imponía resoluciones rápidas y se hacía imprescindible en poder ejecutivo. En merito a su capacidad y antecedentes la elección recayó sobre don Bernardino Rivadavia. Los federales no vieron con simpatía esta designación pues Rivadavia era Unitario e inmediatamente comenzaron a combatirlo.

El presidente tuvo que afrontar un serio problema: Brasil que se había independizado de Portugal pretendía anexarse a la banda oriental, entonces provincia argentina. Los uruguayos se levantaron en armas y el gobierno de Rivadavia   apoyó su acción. Como consecuencia, Brasil declara la guerra a nuestro país Rivadavia no contó con el apoyo de los federales, las provincias no colaboraron y su posición se tornó muy difícil. La situación se hacía insostenible y Rivadavia renunció a la presidencia porque entendía su alejamiento del gobierno aplacaría la lucha entre hermanos. Se retiró a la vida privada y se desterró voluntariamente y el 22 de setiembre de 1845 murió en la ciudad de Cádiz. El ilustre Rivadavia había trazado la estructura orgánica de la nueva nación la posteridad reconoció su gigantesca obra, su patriotismo desinteresado, su talento y su sacrificio. Por eso – repetimos- Mitre, lo llamó: “El más grande hombre civil de la tierra de los argentinos”.

En poder ejecutivo. En merito a su capacidad y antecedentes la elección recayó sobre don Bernardino Rivadavia. Los federales no vieron con simpatía esta designación pues Rivadavia era Unitario e inmediatamente comenzaron a combatirlo.

UNITARIOS Y FEDERALES:

En el año 1820 comenzó en nuestro país una época de confusión, con la caída del Directorio había desaparecido el gobierno central y cada provincia, maldad por su caudillo, se gobernó independientemente. El país se hundió en la anarquía. Las provincias   del interior luchaban contra Buenos Aires, dueña del puerto, que, por ser más poblada y prospera, pretendía dirigir los destinos de todo el territorio. Hasta 1852 se prolongó una enconada lucha civil: Los federales deseaban la autonomía provincial y los unitarios un gobierno único y central, pues entendían que los momentos por los cuales se atravesaban así lo exigían. Pero ambos bandos buscaban llegar a la organización nacional, y no querían que las provincias permaneciesen aisladas. Prueba de ello son los tratados y pactos que celebraron- Durante este largo período solamente hubo tres años de relativa paz – desde 1821 a 1824 – mientras Martín Rodríguez fue gobernador de Buenos Aires y Bernandino Rivadavia su ministro de gobierno-

Intentos de unificación Nacional

Las provincias tuvieron sus gobiernos autónomos. Buenos Aires asumió la representación exterior, aunque no todos los gobiernos aprobaron sus gestiones. Sion embargo los mandatarios provinciales aspiraban a la organización definitiva del país   y realizaron varios intentos. Entre los años 1820 y 1821 se llevó a cabo el CONGRESO DE CORDOBA que fracaso en su tentativa. En 1824 se reunió un nuevo congreso en Buenos Aires.

GOBIERNO DE LAS HERAS

 El General Martín Rodríguez concluyó su gobierno de la provincia de Buenos Aires en 1824. Se eligió nuevo gobernador a Juan Gregorio de las Heras, quien solicitó a Rivadavia su colaboración como Ministro de Gobierno, pero el gran estadista no aceptó y partió rumbo a Europa. Durante el gobierno de las Heras se reunió en Buenos Aires el CONGRESO NACIONAL.

 La Ley fundamental

La primera resolución de importancia del congreso fue emitir la Ley fundamental, hasta tanto se sancionase la Constitución. En dicha Ley se establecía que cada provincia conservara su autonomía y sus instituciones y se encargara al gobierno de Buenos Aires el manejo de las relaciones exteriores. Esta ley tenía base federal.                                                         

LEY de PRESIDENCIA

El congreso tuvo que tratar problemas muy importantes como: las relaciones con Europa y los países americanos y la futura forma de gobierno. Pero hubo uno que fundamentalmente lo obligó a tomar medidas enérgicas; el de la política con el Brasil. El imperio pretendía apoderarse de la Banda Oriental, entonces provincia argentina, los uruguayos se habían levantado en armas contra los brasileños. Los argentinos, naturalmente, apoyaban a los orientales y Brasil había declarado    la guerra a nuestro país. El congreso propuso la creación de un Poder Ejecutivo Nacional y Rivadavia, que acababa de regresar de Europa, fue elegido Presidente.

PRESIDENCIA DE RIVADAVIA.

Como Rivadavia era unitario, los federales no vieron bien esta designación. Pero el estadista entendía que era necesaria la forma unitaria para terminar con el caudillismo y encauzar el progreso material y cultural del país era partidario de un gobierno democrático y centralizado. El congreso tuvo mayoría unitaria y trabajó bajo la influencia del Presidente. Pero Rivadavia que asumió el poder, el 8 de febrero de 1826, llegaba en momentos sumamente difíciles; debía entablar la guerra con Brasil sin contar con el apoyo de varias provincias.

La obra presidencial de Rivadavia y del congreso unitario centralizo su política: declaró nacional la tierra pública, prohibió su venta a particulares, quedando hipotecada para garantizar los empréstitos con el extranjero.

Esta medida, que resolvía satisfactoriamente la consolidación de la deuda pública, provocó las protestas los federales de las provincias, que querían disponer de las tierras de su territorio. Se transformó el Banco de Descuentos de Buenos Aires en Banco Nacional. 

La Ley nacional de enfiteusis completo el plan financiero. Las medidas necesarias para salvar la difícil situación por la que atravesaba el país, en guerra con Brasil, fueron mal recibidas por las provincias. La Ley de Capital estableció a la Ciudad de Buenos Aires la Capital del Estado. En 1826 fue sancionada la Constitución.  La historia la registra como la constitución de 1826. Era de principios unitarios y las provincias no la aceptaron.        

GUERRA CON EL BRASIL

El Brasil se había independizado de Portugal, continuando la política de su metrópoli, pretendió anexarse a la banda Oriental, como otrora lo habían querido los lusitanos. Los uruguayos se habían levantado contra los brasileños pues deseaban pertenecer a las provincias unidas del Rio de la Plata, aunque sus deseos de autonomía ya se manifestaban. Brasil había declarado la guerra a nuestro país que, por vías diplomáticas y por las armas acudías en socorro de los uruguayos. De Buenos Aires habían partido los gloriosos Treinta y tres Orientales de 1825, habían puesto, sitio a Montevideo. A pesar de los triunfos de las tropas patriotas, por tierra y por agua, la guerra continuaba y como el levantamiento de los caudillos del interior   impedía al gobierno prestar su apoyo a las operaciones militares, Rivadavia envió a Manuel José García en Misión especial a Río de Janeiro para negociar la paz, sobre la base de que la Banda Oriental fuera reincorporada al territorio argentino o declarada independiente. García se excedió en sus atribuciones y, temiendo que la situación interna hiciese llegar a un desastre si continuaba la guerra, pacto para que el Uruguay quedase anexado al territorio brasileño. Por suerte, el tratado debía recibir la aprobación del congreso. Al tenerse noticias en Buenos Aires, Rivadavia, indignado, propuso al Congreso el rechazo inmediato de tan vergonzoso acuerdo. Así se hizo y la guerra continuó.

RENUNCIA DE RIVADAVA

A pesar de que Rivadavia no era culpable del Tratado de paz con el Brasil y lo había rechazado con indignación, los federales lo hicieron responsables a él. Sumado esto a la actuación unitaria del congreso, a la Ley de capitalidad de Buenos Aires, la hipoteca de la tierra pública, las aduanas nacionales, etc. Todas medidas tendientes a sacar el país del caos en que se encontraba, los federales del interior se levantaron y Rivadavia, no queriendo ver a la patria ensangrentada en luchas civiles, presentó su renuncia el 27 de junio de 1827. Así cerró su eminente actuación pública don Bernardino Rivadavia.

DISOLUCION DEL REGIMEN NACIONAL

El congreso acepto la renuncia de Rivadavia y, después de designar presidente provisional a Vicente LOPEZ y PLANES, se disolvió. Vicente López convocó a elecciones al pueblo de Buenos Aires y luego constituida la junta de representantes, eligió gobernador de la provincia al coronel Manuel Dorrego, Vicente López renunció a la presidencia. El ensayo unitario de reorganización había fracasado. Comenzaba entonces el predominio federal.

 PREDOMINIO FEDERAL

 En 1827   comienza la época de desórdenes que se resuelve en luchas civiles.

Las pasiones dominan a los hombres. Los unitarios, a pesar de no contar con Rivadavia, que se alejó a Europa, no se dan por vencidos. Los federales tienen sus armas listas para desbaratar sus planes. Durante el gobierno de Dorrego se firma la paz con el Brasil: La Banda Oriental es declarada independiente.

Una conspiración unitaria toma prisionero a Dorrego y es pasado por las armas. El general Lavalle asume la responsabilidad del fusilamiento. Las fuerzas federales del caudillo de Santa Fe, Estanislao López, marchan hacia Buenos Aires para atacar a Lavalle. El interior del país se halla totalmente convulsionado. Rosas, con sus colorados del Sur, vence a Lavalle y, mediante un pacto queda con el dominio absoluto de la provincia. A partir de ese momento Rosas es dueño de la situación en Buenos Aires.

• La presidencia de Rivadavia fue la más seria tentativa, en su tiempo, por encauzar el país dentro de los ideales señalados por la Revolución de Mayo. Supo aplicar medidas de progreso, no obstante las dificultades, incluso la de la guerra contra el Brasil.

• Los soldados que habían luchado en Ituzaingó vinieron a Buenos Aires indignados contra la oposición política que se había levantado contra Rivadavia, a pesar de que el país se hallaba en guerra; víctima de ese estado de ánimo fue Dorrego, fusilado por Lavalle.

Significado de Enfiteusis: “Cesión perpetua o por largo tiempo del dominio útil de un inmueble mediante el pago de una pension a anual al que hace la Cesión”