HEREDERO de una Historia | Ing: Federico Braun- Pte de la Anónima
Entrevista en exclusiva con La Tranquera
No resulto para nada fácil redactar con palabras simples, amenas y en muy pocas páginas una extensa investigación sobre la historia de los prohombre de la Patagonia sobre lo que mucho se ha escrito y publicado.
Pero estábamos allí, en el predio de una vieja quinta (familiar) bonaerense compartiendo entre libros y recuerdos con el Ingeniero Federico Braun, uno de los tantos descendientes de la familia Braun, un paseo por los siglos pasados. Tornándose innegable la pasión que nos despertó conocer algo más de la historia Patagónica. Como en un inmenso rompecabezas, es necesario contar con la máxima cantidad de piezas posibles para apreciar, entender e interpretar una imagen más acabada de los hechos otrora matizados con sus claros y oscuros.
Una historia enmarcada en un escenario de fronteras colonizadoras muy distante de la Capital Argentina. Donde la rudeza y el desmadejamiento de la ética aun hoy son vista con cierta severidad y tomada con irrefutable ligereza cuando no se conoce, o no se toman en serio los hechos.
Don Federico hombre de mundo, de mirada profunda y serena con alta preparación académica, de porte sencillo y mesurado, como si quisiera pasar desapercibido, pero no, es séptimo hijo de don Oscar José Elías Braun, nieto Mauricio Braun – Menéndez ybisnieto de Don Elías Braun – Hamburger.
A modo de prologo la historia dice:
“En el marco de la migración euro/asiática, amarra cierto día allá por 1866 en el Puerto de Buenos Aires , un Vapor, de nombre no viene al caso, del cual desembarca un español – asturiano con pre adaptación americana en la isla de Cuba (antigua colonia….) de apelativo José Menéndez, quien una vez establecido en la ciudad del “Buen Aire” contrae nupcias con María Behety de origen Uruguayo, de quienes precisaríamos muchísimas paginas para relatar sus hechos, aportes y vivencias en este suelo que por antonomasia en esta instancia es imprescindible nombrarlo”.
“Don José Menéndez bien posicionado como tenedor de libros de una importante firma de la ciudad capitalina, debió viajar en representación de la misma, como hombre de confianza por negocios a Valparaíso (Chile) y a su paso por punta Arenas a principios del año 1875, debía en su condición de comisionado tratar de cobrar una deuda de larga data contraída por un cliente con la firma para la cual prestaba servicios. Un cliente llamado (nada más y nada menos) Luis Piedrabuena, patrón de una goleta que comerciaba en los mares de la Región Magallánica y que tenía su despacho desde 1864 en la Colonia Chilena de Punta Arenas, concesionario, Además, desde 1859 de la Isla pavón sobre el Rio Santa Cruz , entre otras, en Argentina”.
(…) “ En aquel encuentro, Don José Menéndez más allá de no poder cumplir con su mandato de cobranza y tener que entender los motivos de incumplimiento de pago de Piedrabuena, sirvió a las claras para tomar más tarde la decisión que cambiaría su destino, al hacerse cargo de una deuda no cobrada y recuperar su dinero haciéndose socio mayoritario en el negocio de Piedrabuena, Con lo cual a partir de ese momento pasaría a marcar con el sello de Menéndez – Behety un hito en la colonización Patagónica, junto a su yerno Mauricio Braun.”
(…) *No menos fue para la Patagonia la historia de una familia Kurlandés de origen judío, Don Elías Braun (provenientes de Talsen al norte de Kurlandia) y su esposa Sofía Hamburger (originaria de Könisberg en la Prusia Oriental) el cual con la rigurosa discreción que los tiempos requerían se encargaron de colocar un manto de silencio sobre cierta intimidad religiosa, cuando arribaron a de Punta Arenas en Chile, donde dieron a sus hijos formación católica cristiana, después de su desembarco en el puerto de Buenos Aires en 1872, o de su breve estada en el Paraguay al que fueron, posiblemente, huyendo de la epidemia de fiebre amarilla que había en nuestro país y del cual tuvieron que regresar a la Argentina por encontrar en aquel país un panorama desolador como resultado de la guerra de la triple alianza (1865-1870).
(…) “Instalados Nuevamente en Buenos Aires, Don Elías toma contacto con el diplomático chileno Guillermo Blest en un momento de reclutación de inmigrantes europeos con el fin de invitarlos a poblar el sur de la región magallánica, oportunidad que no desestimo anotándose en las listas de embarque entusiasmado por la propuesta, de colonización a cambio de tierra a pagar con trabajo”.
(…) “Una vez embarcada la familia completa, el mayor deseo era dejar atrás aquellos días de penurias y opresión sufrido en la guerra euro-asiática, donde el peor dolor era ver como se llevaban, casi siempre sin regreso, a los hijos varones en edad de portar armas para la guerra.”
(…) “Un nuevo desafío comenzaba para Don Elías y doña Sofía con el desembarco del Vapor Sakkarah en las playas de Punta Arenas una tarde de enero 1874 con aquel nuevo contingente de inmigrantes al poblado cordillerano a la vera del pacifico. Un asentamiento que prometía todo”. (…) “Una vez allí junto a muchos otros paisanos de variados orígenes e idiomas recibieron de parte del Gobernador Viel la parcela de tierra correspondiente para construir el hogar y sitio de trabajo. En aquel lugar, donde todo estaba por hacer, Don Elías hubo de levantar los cimientos de la piedra fundamental de lo que sería años más tarde el imperio comercial más importante del nuevo siglo en la Patagonia Argentino-Chilena”.
(…) “Obvio, no todo fueron luces, no faltaron los duros reveces de la vida, como el saqueo a la casa de doña Sofía incluido del despacho de Don Elías Braun o la amputación de una pierna a doña María Behety, como consecuencia de la huida a la montaña ante los disturbios y revueltas de insurrectos en el pueblo una noche de noviembre de 1877, la perdida de hijos etc. Pero la dureza y la templanza los hizo poner de pie, mirando siempre el horizonte donde “el mas allá” parecía no tener fin. Trabajo, paz y prosperidad para alcanzar el objetivo del bienestar familiar para lo que no faltó en la pareja la capacidad creativa, inteligencia y perseverancia en los emprendimientos que surgieron en el camino. Los que fueron muchos y largos de enumerar sea por la magnitud de las obras o por el empeño puesto en ello, valiéndose al máximo de las bondades comerciales de la época donde el Canal de Beagle era el único paso natural interoceánico que permitía el ir y venir de distintos tipos y tamaños de embarcaciones navieras que daban brillo al importante movimiento comercial, político y cultural entre ambos continentes, de cuyos vestigios aun se aprecian majestuosas construcciones con reminiscencia europea, infinidad de monumentos y un cementerio que hoy son la vedete de los paseos turísticos de la zona.
Relatos de Don Federico
(…) “Soy hijo del menor de los Braun Menéndez, Carlos era el mayor. La unión de los apellidos surge como consecuencia del casamiento de Josefina Menéndez, hija de José Menéndez con Mauricio Braun, hijo de Elías Braun. Lo que paso es que José Menéndez, suegro de Mauricio Braun, hace la fortuna antes que Mauricio Braunquien comenzó su escalada trabajando con Jose Nogueria, un portugués que tenia Barcos, y que más tarde se casara con Sara la hermana mayor de Mauricio Braun (mi tía bisabuela). Años más tarde Sara al enviudar hereda el negocio de Nogueira y Mauricio que era como Gerente General con los años le termina comprando la parte a su hermana, que no tenía hijos. Yo no estoy ni convalidando ni tengo idea de las cuestiones familiares de aquella época porque, obviamente, nací mucho después”.
(…) “Mauricio y Josefina (mis abuelos), Tuvieron 10 hijos. Mi padre, Oscar Braun, era el menor de 10 hermanos, nacido en l908, el mismo día que nace La anónima exportadora e importadora de la Patagonia. Hace más de 110 años. A su vez mi padre tuvo ocho hijos; Susana, Marta, Oscar, Santiago, Susana “segunda”, María, Federico y Pablo”.
(…) “Soy el séptimo de los ocho hermanos y tengo tres hijos varones: Nicolás, Federico y Tomás.”
Pareciera que los últimos siguen la trayectoria familiar…
(…) “Creo tiene una explicación. Que es, Mauricio Braun cuando viene desde Chile a la Argentina tenía una posición importante ya contaba con el 50% de La Anónima, campos, etc.,
Él no tuvo algo que yo creo que es muy distinto en la cultura norteamericana, que es la cultura nuestra, educaba a sus hijos en la cultura americana para que fueran empresarios”.
(…) “En esa época los argentinos educaban a sus hijos más para ser cultos que para ser empresarios, de hecho, de los diez hermanos uno fue académico de historia, Armando Braun Menéndez, escritor de varios libros, otro fue académico de arquitectura y otro Eduardo Braun Menéndez Medico y prestigioso investigador científico, ilustre profesor universitario que desarrollo trabajos relevantes en la ciencia médica junto al premio nobel de medicina el Dr. Houssay y con el Dr. Luis Leloir. Eduardo no alcanzo a recibir el premio nobel por su trágica desaparición en un accidente de auto, y mi padre siendo el menor fue el único que se intereso en el mundo de los negocio, alguna vez le dije; “vos sos el tuerto en el país de los ciegos”- ¡casi me mata!, porque uno veía todas esas personas cultas, gentes bien en muchos aspectos pero no abocados a los negocios, y los negocios cuando se los abandonan, como los chicos, se pierden”
(…) “Punta Arenas fue la que de alguna manera irradió, por ejemplo, a mi familia el crecimiento económico en la Patagonia Argentina. Punta Arenas era la Capital económica, el paso obligado del tráfico marítimo hasta que se abrió el Canal de Panamá (1914). Si bien tenemos la división de límites, era donde pasaban cosas. Tanto en Rio Gallegos, como en Comodoro o Puerto Madryn que por entonces eran poblaciones muy chicas, pastoriles, dedicadas a la conquista de los campos en la Patagonia, la actividad económica vino después en 1913, con el descubrimiento del petróleo, con la administración pública. Recordemos que esto al principio ni siquiera tenía autonomía, eran estados, territorios nacionaleshasta 1958”.
(…) “Por eso, todo el desarrollo de la Patagonia, de alguna manera estaba centrado en la capital magallánica donde vivía Don José Menéndez. Hoy en Punta Arenas la casa del centro donde he estado viviendo con mi familia y mi hijo mayor, cuando era un bebito, hoy es museo…”.
(…) “El escritor Mateo Martinic cuenta muy bien todas las empresas que armaron, eran realmente pioneros, fue en la últimas décadas del mil ochocientos y primeras del mil novecientos, la que hizo la argentina grande, guste o no guste, pero, fueron 50 años de una explosión en la Argentina y por la cual llegó ser el octavo país del mundo”
. Ref.: Archivo histórico – “Argentina Austral”, Armando Braun “historia de Pte. Roca 1ra y 2da. Presidencia- diarios de época- y relatos de entrevistados, publicados en “La Tranquera”; Flia. Riestra, La Sureña, y otros aun no publicados. Y comprobación de datos en la lectura del libro – Menéndez Braun por Mateo Martinic. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido escrito y fotográfico, sin autorización expresa del entrevistado y de la revista La Tranquera.