5 diciembre 2024

HEREDERO de una Historia | Ing: Federico Braun- Pte de la Anónima

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Entrevista en  exclusiva con La Tranquera

No resulto para nada  fácil  redactar  con palabras simples, amenas y en muy pocas páginas una extensa investigación sobre  la historia  de los prohombre de la Patagonia  sobre lo que mucho se ha escrito y publicado.

Pero estábamos allí, en el predio de una vieja quinta (familiar) bonaerense  compartiendo entre  libros y recuerdos con el Ingeniero Federico  Braun, uno de los tantos descendientes  de la familia Braun, un paseo por los siglos pasados. Tornándose innegable  la  pasión que nos despertó conocer algo más de la historia  Patagónica. Como en  un  inmenso rompecabezas, es necesario  contar con  la máxima cantidad de  piezas  posibles para apreciar, entender e interpretar una imagen  más acabada de los hechos otrora matizados con sus claros y oscuros.

Una  historia enmarcada  en un escenario  de fronteras colonizadoras muy distante de la Capital Argentina. Donde  la rudeza y el desmadejamiento de  la ética   aun hoy  son vista con cierta severidad y tomada con irrefutable ligereza  cuando no se conoce, o no se toman en serio los hechos.

Ing: Federico Braun

Don Federico  hombre de mundo, de mirada profunda y serena con alta preparación académica, de porte sencillo y mesurado, como si quisiera pasar desapercibido, pero no, es séptimo hijo de don Oscar José Elías  Braun,  nieto Mauricio Braun – Menéndez ybisnieto de Don Elías Braun – Hamburger.

A modo de prologo la historia dice:

“En el marco de la  migración euro/asiática, amarra  cierto día allá por 1866 en el Puerto de Buenos Aires , un Vapor, de nombre no viene al caso, del cual desembarca un español – asturiano con pre adaptación  americana en la isla de Cuba (antigua colonia….) de apelativo  José Menéndez, quien una vez establecido en la ciudad del “Buen Aire” contrae nupcias con María Behety de origen Uruguayo, de quienes precisaríamos muchísimas paginas para relatar sus hechos, aportes y vivencias en este suelo  que por antonomasia  en esta instancia es imprescindible nombrarlo”.

“Don José Menéndez  bien posicionado como tenedor de libros de una importante  firma de la ciudad capitalina, debió viajar en representación de la misma, como hombre de confianza por negocios a Valparaíso  (Chile)  y a su paso por punta Arenas a principios del año 1875, debía en su condición de comisionado  tratar de cobrar una deuda de larga data contraída por un cliente con la firma para la cual prestaba servicios. Un cliente llamado (nada más y nada menos) Luis Piedrabuena, patrón de una goleta que comerciaba en los mares de la Región Magallánica y que tenía su despacho desde 1864 en la Colonia Chilena de Punta Arenas,  concesionario, Además, desde 1859 de la Isla pavón sobre el Rio Santa Cruz , entre otras, en Argentina”.

(…) “ En aquel encuentro, Don José  Menéndez más allá de no poder cumplir con su mandato de cobranza y tener que entender los motivos de incumplimiento de pago de Piedrabuena, sirvió  a las claras  para tomar más tarde la decisión  que cambiaría su destino, al hacerse cargo  de una deuda no cobrada y recuperar su dinero haciéndose socio mayoritario en el negocio de Piedrabuena, Con lo cual a partir de ese momento pasaría a  marcar con  el sello de Menéndez – Behety un hito en la  colonización Patagónica, junto a su yerno Mauricio Braun.”

(…)  *No menos fue para la Patagonia la historia de  una familia  Kurlandés de origen judío, Don Elías Braun (provenientes de Talsen al norte de Kurlandia) y su esposa Sofía Hamburger (originaria de Könisberg en la Prusia Oriental) el cual  con la rigurosa discreción que los tiempos requerían se encargaron de colocar un manto de silencio sobre cierta intimidad religiosa, cuando arribaron  a de Punta Arenas en Chile, donde dieron a sus hijos formación católica cristiana, después de su desembarco en el  puerto de Buenos Aires en 1872, o de  su breve estada en el Paraguay al que fueron, posiblemente,  huyendo de la epidemia de fiebre amarilla   que había en  nuestro país y del cual tuvieron que regresar  a la Argentina por encontrar en aquel país un panorama desolador como resultado de la guerra de la triple alianza (1865-1870).

(…) “Instalados  Nuevamente en Buenos Aires,  Don Elías toma contacto con el diplomático chileno  Guillermo Blest  en un momento de reclutación de   inmigrantes europeos con el fin de invitarlos a poblar  el sur de la región magallánica,  oportunidad que no desestimo anotándose en las listas de embarque entusiasmado por la propuesta, de colonización a cambio de  tierra a pagar con trabajo”.

 (…) “Una vez  embarcada la familia completa, el mayor deseo era dejar atrás aquellos días de penurias y opresión  sufrido en la guerra  euro-asiática, donde el peor dolor era ver como se llevaban, casi siempre sin regreso, a los hijos varones  en edad de portar armas para la guerra.”

(…) “Un nuevo desafío comenzaba para Don Elías y doña Sofía con el desembarco del Vapor Sakkarah  en  las playas de Punta Arenas  una tarde de enero 1874  con aquel nuevo contingente de inmigrantes al poblado cordillerano a la vera del pacifico. Un asentamiento  que prometía todo”.                     (…) “Una vez allí junto a muchos otros paisanos de  variados orígenes e idiomas  recibieron de parte del  Gobernador Viel la parcela de tierra correspondiente  para construir el hogar y sitio de trabajo. En aquel lugar, donde todo estaba por hacer, Don Elías hubo de levantar los cimientos de la piedra fundamental  de lo que sería  años más tarde el imperio comercial más importante del nuevo siglo en la Patagonia Argentino-Chilena”.

(…) “Obvio,  no todo fueron luces, no faltaron los duros reveces de la vida, como  el saqueo  a la casa de doña Sofía incluido  del despacho de Don Elías Braun o la amputación de una pierna a doña María Behety,  como consecuencia de la huida a la montaña ante los disturbios y revueltas  de insurrectos en el pueblo  una noche de noviembre de 1877,  la perdida de hijos  etc. Pero la dureza y la templanza los hizo poner de pie, mirando  siempre el horizonte donde “el mas allá” parecía no tener fin. Trabajo, paz y prosperidad para  alcanzar el objetivo del bienestar familiar para lo que no faltó en la pareja la capacidad creativa, inteligencia y perseverancia en   los emprendimientos que  surgieron en el camino. Los que fueron muchos y largos de enumerar sea por la magnitud de las obras o por el empeño puesto en ello, valiéndose al máximo  de las bondades  comerciales de la época donde el Canal de Beagle  era el  único paso natural  interoceánico  que permitía  el ir y venir de distintos  tipos y tamaños de embarcaciones navieras  que  daban brillo  al   importante movimiento comercial, político y cultural  entre ambos continentes, de cuyos vestigios aun se aprecian majestuosas  construcciones con reminiscencia europea,  infinidad de monumentos y un cementerio  que  hoy son  la vedete de los paseos turísticos de la zona.

Relatos de Don Federico

Mauricio Braun, hacia 1884

 (…) “Soy hijo del menor de los Braun Menéndez, Carlos era el mayor. La unión de los apellidos surge como consecuencia del  casamiento de Josefina Menéndez, hija de José Menéndez  con Mauricio Braun,  hijo de Elías Braun. Lo que paso  es que José Menéndez, suegro de Mauricio Braun, hace la fortuna  antes que Mauricio Braunquien comenzó su escalada trabajando con Jose Nogueria, un portugués que tenia Barcos, y que más tarde se casara con Sara  la hermana mayor de Mauricio Braun (mi tía bisabuela).  Años más tarde  Sara al  enviudar hereda el negocio de Nogueira y Mauricio  que era como Gerente General con los años  le termina comprando la parte  a su hermana,  que no tenía  hijos. Yo no estoy ni convalidando  ni tengo idea  de  las cuestiones familiares de aquella época porque, obviamente,  nací mucho después”.

(…) “Mauricio y Josefina  (mis abuelos), Tuvieron 10 hijos. Mi padre,  Oscar Braun, era el  menor de 10 hermanos,  nacido en l908,  el mismo día que nace La anónima exportadora e importadora de la Patagonia. Hace más de 110 años. A su vez  mi padre tuvo ocho hijos; Susana, Marta, Oscar, Santiago, Susana “segunda”, María, Federico y Pablo”.

 (…) “Soy el séptimo de  los ocho hermanos y tengo tres hijos varones: Nicolás, Federico y Tomás.”

Pareciera que los últimos siguen la trayectoria familiar…

(…) “Creo tiene una explicación. Que es, Mauricio Braun cuando viene desde Chile a la Argentina   tenía una posición importante ya contaba con el 50% de La  Anónima, campos, etc.,

Él no tuvo algo  que yo creo que  es muy distinto en la cultura norteamericana, que es  la cultura nuestra, educaba a sus hijos  en la cultura americana para que fueran empresarios”.

(…)  “En esa época  los argentinos educaban a sus hijos  más  para ser cultos  que para ser empresarios, de hecho, de los diez hermanos  uno fue académico de historia,  Armando Braun Menéndez, escritor de varios libros, otro fue académico  de arquitectura y otro Eduardo Braun Menéndez Medico y prestigioso investigador científico, ilustre profesor universitario que desarrollo trabajos relevantes en la ciencia médica junto al premio nobel de  medicina el Dr. Houssay y con el Dr. Luis Leloir. Eduardo no alcanzo a recibir el premio nobel por su trágica desaparición en un accidente de auto,  y mi padre siendo el menor fue el único que se intereso en el mundo de los negocio, alguna  vez le dije; “vos  sos el tuerto en el país de los ciegos”-  ¡casi me mata!,  porque uno veía todas esas  personas cultas, gentes bien en muchos aspectos pero no abocados a los negocios,  y los negocios cuando se los abandonan, como los chicos, se pierden”

Grupo de personalidades compartiendo con José y María Menendez en su residencia

(…) “Punta Arenas fue la que de alguna manera  irradió,   por ejemplo, a mi familia el crecimiento económico en la Patagonia Argentina. Punta Arenas era la Capital económica, el paso obligado del tráfico marítimo hasta que se abrió el Canal de Panamá (1914). Si bien tenemos  la división de límites,  era donde pasaban cosas. Tanto en Rio Gallegos, como en Comodoro o  Puerto Madryn que  por entonces eran poblaciones muy chicas, pastoriles, dedicadas a la conquista de los campos en la Patagonia, la actividad económica vino después  en 1913, con el descubrimiento del petróleo, con la administración pública. Recordemos que esto  al principio ni siquiera tenía  autonomía, eran  estados, territorios nacionaleshasta 1958”.

Mauricio Braun durante uno de sus recorridos de inspección por la Patagonia. Fotografía hacia 1930.

(…) “Por eso, todo el desarrollo de la Patagonia,  de alguna manera estaba centrado en la capital magallánica  donde vivía Don José  Menéndez. Hoy en  Punta Arenas la casa del centro donde   he estado viviendo con mi familia y mi hijo  mayor, cuando era un bebito,  hoy es museo…”.

(…) “El escritor Mateo Martinic cuenta muy bien todas  las empresas que armaron, eran realmente pioneros, fue en   la últimas décadas  del mil ochocientos y primeras del mil novecientos,  la que hizo la argentina grande, guste o no guste, pero, fueron 50 años  de una explosión en la Argentina  y por la cual  llegó ser   el octavo  país del mundo”

. Ref.: Archivo histórico – “Argentina Austral”,  Armando Braun   “historia de Pte. Roca 1ra y 2da. Presidencia- diarios de época- y  relatos de entrevistados, publicados en “La Tranquera”;  Flia. Riestra, La Sureña, y otros aun no publicados.  Y comprobación de datos en la lectura  del libro – Menéndez Braun  por Mateo Martinic. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido escrito  y fotográfico, sin autorización expresa del entrevistado y de la revista La Tranquera.